Primero, las zapatillas ZOOT ULTRA KANE 2.0, que conseguí a través de una página web inglesa, con un descuento tremendo (del 55 %, nada menos). A punto de jubilar las REEBOK ZIGNANO, necesitaba un calzado para rodajes largos, y nunca había utilizado esta marca.
En teoría, hay un modelo más moderno, pero, lógicamente, la oferta era por el que yo he adquirido. Está orientada para corredores con pronación media y peso medio-alto, tiene una mediasuela muy elaborada, compuesta de 4 polímeros de diferente densidad, para dotarla de amortiguación.
Quizá la parte que más me ha gustado de la ULTRA KANE 2.0 es el CarbonSpan+, como denomina ZOOT a la pieza de fibra de carbono para la pieza de rigidez del arco, que es el responsable de la inmensa estabilidad de marcha de la zapatilla, con una rigidez torsional tremenda y da bastante reacción, una vez que se intenta ir un poco rápido.
Esta zapatilla emplea un sistema asimétrico de ajuste de los cordones, con una tira plana y fija en triple zigzag, que sujeta la parte inferior.
La amortiguación es bastante generosa y agradable, muy equilibrada en talón, zona media y antepié. Los corredores que aterricen con la zona media, verán que es un modelo que les va a gustar, por la estabilidad del CarbonSpan+ en esa zona, y porque la amortiguación en la zona media y delantera es más que apropiada.
Su peso es de 309 gramos, muy bueno, para sus características. Yo las he utilizado ya un par de veces, y es perfecta para rodajes sobre 4:30 min/km, o más lentos, pero también cuando probé a bajar de 4 min/km, respondieron sin ningún problema, si bien para esos ritmos, mejor un calzado algo más ligero.
La siguiente compra ha sido un sillín para la bicicleta. Actualmente tengo un SPECIALIZED TOUPE, bastante ancho, pero con poco gel, aunque no he tenido muchos problemas de incomodidad hasta el momento, a no ser que rodase durante más de 3 horas seguidas, que necesitaba cambiar de postura de vez en cuando.
La cuestión era que, para los triatlones, sobre todo sin drafting, necesitaba algo más cómodo para poder ir sentado en la punta del sillín y poder acoplarme sin problemas. Había oído hablar mucho de la marca ISM, y, a través de un amigo de Santander, he conseguido el modelo ADAMO ROAD.
Lo segundo, que también es más corto. Pero el mismo sillín te incita a ir sentado delante, con lo cual no se echan de menos los centímetros de más de los otros modelos convencionales.
El sábado pasado he estado más de 4 horas seguidas con él, y ha sido una maravilla. El acolchado es algo escaso, para mi gusto, pero aún así, algo más del que yo venía disfrutando (¿o era sufriendo?) en el SPECIALIZED.
Su precio ronda los 150 €, aproximadamente, pero creo que merece muchísimo la pena.
Finalmente, en el tema de entrenos, seguimos metiendo mucha natación (con series de piscina como si no hubiera mañana), y aumentando un poco la bicicleta y la carrera a pie. En enero y febrero, a grosso modo, me ha salido del orden de 40 km/mes de natación, 700 km/mes de bici y 160 km/mes a pie. Creo que haré uno o dos duatlones, para matar el gusanillo de competir y no solamente entrenar, como pueden ser los duatlones de Reinosa y Santander. Veremos si los trails que pretendo también hacer antes del verano, no me coinciden en fechas.
Un saludo.
